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La Cesta de la compra para la Transformación Digital
2019-02-26 17:06:06
Óscar García del Saz - Technical Sales Consultant del Grupo Sermicro
En esta época de drásticos cambios tecnológicos que nos ha tocado vivir, parece evidente que la transformación digital es una de las asignaturas pendientes de muchas empresas y organismos, tanto de ámbito local como internacional, independientemente del segmento de negocio al que pertenezcan (Administraciones Públicas, Retail, Banca, Seguros, Telco y Utilities, etc.) o de su tamaño.
¿En qué consiste esa transformación digital?
La respuesta a esta constante pregunta dependerá de cada organización, pero sin duda existen unos ingredientes comunes que han de tenerse en cuenta para contestar la misma, entre ellos se encuentran:
No todas las empresas podrán hacer esa transformación digital por sí mismas, debiendo contar con la ayuda de proveedores o empresas especializadas en llevar a buen puerto dicha transformación. Como regla general, debemos atender a la máxima de que la inversión en tecnología no es el objetivo, es simplemente el medio, el habilitador, pero no el fin.
Por otro lado, no hay recetas mágicas para abordar la transformación digital, pero cierto es que para acometerla hay que hacerse primero una serie de preguntas estratégicas que establezcan las condiciones de contorno que vayan a regir dicho cambio: “¿para qué es necesario ese cambio?”, “¿será un cambio a corto, medio o largo plazo?”, “¿qué influencia tendrá el cambio en la eficiencia y en la cifra de negocio?”, …
Para que este cambio tenga el efecto deseado en las organizaciones tendrá que plantearse de forma incremental y transversal, debiendo ser liderado por especialistas en la materia y, por supuesto, apoyado tanto por las áreas técnicas como por las directivas. En cuanto a qué áreas es conveniente digitalizar de forma inmediata o, en primer lugar, es evidente que dependerá del tipo de organización, de cuáles sean sus clientes objetivo, de cuáles sean los planes de negocio, de expansión, de cuál es la competencia, etc.
En una primera aproximación, se deberá plantear un escenario en el que se externalicen ciertas áreas de la organización, las de menos riesgo y, en muchos casos, las de mayores costes fijos. Para ello es necesario contar con empresas tecnológicas especializadas como son las consultoras, las integradoras o las empresas de servicios. Algunos ejemplos de externalizaciones de ciertas áreas, o cesta de la compra óptima, perfectamente contrastados y avalados por el éxito en el mercado, podrían ser:
En un estadio más avanzado de la transformación digital, anteriormente planteada, se podrán abordar nuevos proyectos basados en tecnologías novedosas que añadan un valor significativamente superior a la eficiencia de las organizaciones, comprobando, caso por caso, que su incorporación ayuda a expandir y mejorar las cifras de negocio, así como a reducir el coste de las operaciones:
Como se ha comentado y a modo de corolario: la inversión en tecnología no es un objetivo en sí mismo sino un medio o facilitador. Para cualquier organización es mucho más rentable contar con colaboradores especializados que les ayuden a transformarse digitalmente, para adecuar sus modelos de negocio y hacerlos más rentables
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¿En qué consiste esa transformación digital?
La respuesta a esta constante pregunta dependerá de cada organización, pero sin duda existen unos ingredientes comunes que han de tenerse en cuenta para contestar la misma, entre ellos se encuentran:
- Integración de la tecnología digital en todas las áreas de una corporación, cambiando la forma en la que se opera y aporta valor a los clientes y siempre teniendo el foco en la reducción de los costes totales.
- Reelaboración de estrategias en productos y servicios mediante más tecnología digital.
- Rediseño de la cadena de valor de la organización en consonancia con las Agendas Digitales de los gobiernos y poniendo énfasis en nuevas habilidades de los empleados.
- Orientación de las demandas emergentes de los clientes hacia el futuro, disminuyendo riesgos de entornos cambiantes a medida que cambia la tecnología.
No todas las empresas podrán hacer esa transformación digital por sí mismas, debiendo contar con la ayuda de proveedores o empresas especializadas en llevar a buen puerto dicha transformación. Como regla general, debemos atender a la máxima de que la inversión en tecnología no es el objetivo, es simplemente el medio, el habilitador, pero no el fin.
Por otro lado, no hay recetas mágicas para abordar la transformación digital, pero cierto es que para acometerla hay que hacerse primero una serie de preguntas estratégicas que establezcan las condiciones de contorno que vayan a regir dicho cambio: “¿para qué es necesario ese cambio?”, “¿será un cambio a corto, medio o largo plazo?”, “¿qué influencia tendrá el cambio en la eficiencia y en la cifra de negocio?”, …
Para que este cambio tenga el efecto deseado en las organizaciones tendrá que plantearse de forma incremental y transversal, debiendo ser liderado por especialistas en la materia y, por supuesto, apoyado tanto por las áreas técnicas como por las directivas. En cuanto a qué áreas es conveniente digitalizar de forma inmediata o, en primer lugar, es evidente que dependerá del tipo de organización, de cuáles sean sus clientes objetivo, de cuáles sean los planes de negocio, de expansión, de cuál es la competencia, etc.
En una primera aproximación, se deberá plantear un escenario en el que se externalicen ciertas áreas de la organización, las de menos riesgo y, en muchos casos, las de mayores costes fijos. Para ello es necesario contar con empresas tecnológicas especializadas como son las consultoras, las integradoras o las empresas de servicios. Algunos ejemplos de externalizaciones de ciertas áreas, o cesta de la compra óptima, perfectamente contrastados y avalados por el éxito en el mercado, podrían ser:
- Externalización de la Gestión de los Activos Físicos y su correspondiente mantenimiento.
- Externalización de la Gestión del Puesto de Usuario en modo remoto (Service Desk, Centro de Atención al Usuario, Plataformas Móviles) o presencial (mediante soporte in-situ).
- Externalización de la infraestructura física TI (gestión de CPD’s) o mediante metodologías Cloud (privadas y/o híbridas).
- Externalización de la gestión de los Sistemas TI y Estrategias de Monitorización.
- Externalización de la Seguridad Informática, SOC (Centro de Operaciones de la Seguridad).
- Otros…
En un estadio más avanzado de la transformación digital, anteriormente planteada, se podrán abordar nuevos proyectos basados en tecnologías novedosas que añadan un valor significativamente superior a la eficiencia de las organizaciones, comprobando, caso por caso, que su incorporación ayuda a expandir y mejorar las cifras de negocio, así como a reducir el coste de las operaciones:
- Atención al Cliente basados en Bots de Inteligencia Artificial (IA).
- Metodologías basadas en Big Data.
- Internet de las Cosas (IoT) y Cartelería Inteligente (Realidad Virtual).
- Utilización de Redes de Sensores en SmartCities.
- Green Services y Movilidad eléctrica.
Como se ha comentado y a modo de corolario: la inversión en tecnología no es un objetivo en sí mismo sino un medio o facilitador. Para cualquier organización es mucho más rentable contar con colaboradores especializados que les ayuden a transformarse digitalmente, para adecuar sus modelos de negocio y hacerlos más rentables